miércoles, 2 de octubre de 2013

MEMORIAS DE UN CONSUMIDOR DE MUSEOS


(EL ONANISMO DE DUCHAMP).

Creía que estaba solo, pero un vaho sexual llegaba hasta mis fosas nasales provocándome una extraña excitación. Sentí una presión en cierta parte del pantalón que me obligó a cruzar las piernas y retorcerme para disimular la inexplicable erección que experimenté. Creo que unos de los cañonazos lanzados por "los solteros" para llamar la atención de "la novia" salió disparado hacia mí provocándome un deseo incontrolable de masturbación-exhibicionista.