RAÍCES A MUERTE

Sin palabras me quedé, sin palabras. Y yo que pensaba que mi existencia terminaba con el pudrimiento mismo de mi cuerpo en la tierra húmeda. Ignorancias de la vida,... y descubrimientos de la muerte. Cuando me creía devorado por la tierra, cuando notaba el roce de las lombrices en mis huesos una vez que habían atravesado mis carnes,... fue entonces el instante exacto que un aire fresco empezó a recorrer lo poco que quedaba de mí. Las raíces, si, las raíces comenzaron a adueñarse de mi lecho de muerte, de piedra y muerte,... me absorbieron, no me digan cual fue la causa, solo sé que en unos instantes me sentí savia, sangre de árbol que fluía por el tronco, por las ramas, hasta llegar al orgasmo mismo de mi muerte, fue la fotosíntesis que hizo que me elevara al séptimo cielo.

(foto: cementerio de Kutná Hora, República Checa, 2011)