viernes, 15 de abril de 2011

KONCENTRATIONSLAGER


Las vías del tren llegaban hasta las mismas puertas del campo de concentración y exterminio. Cruzan la entrada y se adentran mucho más en aquel lugar que huele a ceniza. A derecha se extiende un inmenso campo de barracones, pero si seguimos los raíles nos llevarán hasta el final del recinto. Un vagón parado nos recordará el final del viaje, a sendos lados dos inmensas construcciones bombardeadas son el único recuerdo que queda de los crematorios. Un amasijo de ladrillo y vigas yacen sobre lo que aún podemos distinguir como los muros de los crematorios y las escaleras que daban paso al final del viaje.
En aquel lugar me sentía "raramente-cómodo", algo hacía que me acercara para captar cada pequeño detalle, ...los sistemas de aperturas de los barracones eran algo más que trozos de madera, como una pieza tan pequeña podía anular la libertad de tantas vidas; las sombras de los posters y alambradas reflejadas en los muros, lo veía como una acción del sol que se repetía cada día desde el mismo momento que ocurrieron aquellos hechos; las visitas de las comunidades judía anulaba casi por completo a las demás "comunidades" exterminadas en aquel lugar como fueron los gitanos, homosexuales, deficientes mentales, inválidos,...
(Juanje Molina, abril 2011, una visita inesperada al horror)




































No hay comentarios:

Publicar un comentario